Luminosidad
La luminosidad se define en base a dos parámetros: el tono y el resplandor de la piel.
El tono o color de piel viene determinado por la cantidad de melanina (su acúmulo exacerbado produce manchas) y oxihemoglobina de lo pequeños vasos (su aumento produce rojeces, cuperosis…). A este respecto el IPL (luz pulsada intensa) es un tratamiento efectivo para este tipo de imperfecciones, que consigue en sólo 3 sesiones, espaciadas 3 semanas, cerrar poros, mejorar manchas y rojeces, homogeneizar el aspecto de la piel y aumentar enormemente la luminosidad.
La luminosidad o resplandor de la piel depende de si la superficie de la piel es lisa o rugosa. Cuanto más deprimida esté la piel, por arrugas, surcos, atrofia, etc., menor será la luminosidad de la misma y viceversa.